Save the children
 
 29 de julio de 2014. Tras 22 días de conflicto, los niños de Gaza siguen pagando el precio más alto. Uno de cada cuatro palestinos muertos en el conflicto es un niño. En vez de jugar en la calle como normalmente hacen cuando celebran el fin del Ramadán, miles de niños en Gaza están de luto por sus padres y cientos están enterrados con sus familias. En lugar de vivir una fiesta, sienten miedo, incertidumbre y desesperación.

Al menos 194.000 niños en Gaza necesitan ayuda psicológica, muchos han visto morir a sus familias, están heridos o desplazados. Más de 100.000 niños han tenido que dejar sus casas con sus familias, la mayoría refugiados en las escuelas donde deberían empezar el curso después del verano. Un total de 130 escuelas han sido dañadas y 22 instalaciones médicas dañadas o destruidas. Para las 45.000 mujeres embarazadas que se estima que hay en Gaza, de las que 5.000 están desplazadas, el acceso a la atención sanitaria está extremadamente restringido. Organizaciones locales informan de que los partos prematuros se han duplicado debido al trauma de las madres.

Por las calles de Gaza hay numerosos restos de explosivos, lo que supone un riesgo aún mayor para los niños y sus familias. Save the Children y sus socios locales están haciendo todo lo posible para llegar al mayor número posible de familias afectadas, pero sin un compromiso claro de alto el fuego, distribuir ayuda sobre terreno pone al personal en serio peligro.

“Los niños en Gaza e Israel están pagando el precio del fracaso político”, dice David Hassell, Co Director de Save the Children en los Territorios Palestinos Ocupados. “La comunidad internacional también ha fallado a estos niños debido a su incapacidad para utilizar toda su influencia diplomática para poner fin de inmediato al derramamiento de sangre. Poner fin a la violencia, según lo solicitado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, es la primera e inmediata prioridad. Una solución sostenible, que asegure el bienestar de tanto palestinos como israelíes, requerirá un acuerdo entre las partes, con medidas a largo plazo que aborden las reclamaciones de los palestinos, incluido el fin del bloqueo”.

“Los niños nunca comienzan las guerras, pero son los que están siendo asesinados, mutilados, traumatizados, obligados a dejar sus casas, aterrorizados y permanentemente asustados. Save the Children no parará hasta que los niños inocentes dejen de vivir bajo las bombas y se atajen las causas del conflicto”, concluye Hassell.