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La Comisión Europea, que prohibió el uso de tres neonicotinoides en 2018, no prevé aplicar los mismos criterios a todos los plaguicidas peligrosos
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España es uno de los países que se oponen a adoptar la guía europea que protegería a las abejas y a otros polinizadores de todos los plaguicidas peligrosos
Madrid, 23 de enero de 2019.- Según una filtración a la que ha tenido acceso Greenpeace, la Comisión Europea, bajo la presión de la industria agroquímica y de los gobiernos, tiene previsto rebajar los criterios de seguridad que llevaron a la prohibición en abril de 2018 de tres plaguicidas neonicotinoides (clotianidina, imidacloprid y tiametoxam) demostradamente peligrosos para las abejas y otros polinizadores. Se espera que los representantes de los gobiernos europeos discutan este plan en una reunión en Bruselas que tendrá lugar entre mañana y el viernes.
Los gobiernos de Italia, España, Países Bajos, Portugal, Grecia, Irlanda, Eslovenia y Reino Unido apoyaron la prohibición de los tres neonicotinoides, pero ahora se oponen a la aplicación de los mismos estándares a otros plaguicidas. Otros gobiernos, incluidos los de Alemania, Luxemburgo y Eslovenia, también apoyaron la prohibición, pero aún no han comentado el plan de la Comisión para evitar que se apliquen los mismos criterios a otros plaguicidas. Sólo Francia y Austria se oponen actualmente al plan de la Comisión.
El pasado 11 de diciembre, más de 100 entidades enviaron una carta al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación para solicitarle el apoyo a la adopción integral del documento-guía de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) sobre la evaluación de los riesgos de los plaguicidas para las abejas y otros polinizadores y que ha llevado a la prohibición de los neonicotinoides. En su respuesta a esta carta, el Gobierno no especificó cuál iba a ser su posición, pero concluía diciendo: “Por último me gustaría trasladarles nuestra preocupación con respecto a la situación de las poblaciones de abejas y otros polinizadores, no solo en España, sino también en el resto de la UE (…)”
“A los gobiernos les gusta presentarse como defensores de las abejas, pero luego a puerta cerrada en Bruselas hacen el trabajo sucio para la industria agroquímica. Después de haber apoyado la prohibición de tres neonicotinoides el año pasado, ahora quieren imposibilitar la prohibición de otros plaguicidas igualmente peligrosos para estos importantes insectos. Si estos gobiernos se salen con la suya, esto supondría que se podría reemplazar los productos químicos prohibidos por otros plaguicidas igualmente peligrosos”, ha afirmado Luís Ferreirim, responsable de agricultura de Greenpeace España. “Si al Gobierno español le preocupan realmente las abejas y otros polinizadores, como dicen, deberían apoyar la adopción integral e inmediata de la guía diseñada para protegerlos de los plaguicidas”, ha concluido Ferreirim.
Según un nuevo informe de los Laboratorios de Investigación de Greenpeace, la UE solo ha aplicado estándares de prueba exhaustivos en las evaluaciones de tres insecticidas que pertenecen a la familia de los neonicotinoides, lo que llevó a su prohibición casi total en 2018. Pero estos mismos estándares no se han utilizado en la evaluación de insecticidas similares. Las evaluaciones de los tres neonicotinoides cubrieron los riesgos para las abejas y las abejas silvestres (abejorros y abejas solitarias), incluidos los impactos de la exposición a largo plazo. Las evaluaciones de la UE de otros insecticidas se basaron en criterios menos estrictos o solo cubrieron los riesgos para las abejas.
La EFSA desarrolló estándares más altos de seguridad para evaluar el riesgo de los plaguicidas para las abejas en 2013, de acuerdo con una solicitud de la Comisión Europea. El documento-guía resultante de esta petición, considera los riesgos para las abejas adultas y las larvas de abejas, así como los riesgos para los abejorros y las abejas solitarias. Además, tiene en consideración diferentes vías de exposición a los plaguicidas, incluso de los depósitos de pulverización o de las partículas de polvo y también del polen, néctar y agua contaminados. Al contrario, la evaluación “tradicional” sólo considera los efectos en las abejas como resultado de la exposición directa y los riesgos derivados de la fumigación.
Hasta el año pasado, la Comisión intentó obtener apoyo para los estándares más altos de seguridad de las abejas, pero muchos gobiernos europeos se opusieron.
Según el documento filtrado, la UE sólo evaluaría la toxicidad aguda para las abejas (es decir, los efectos resultantes de un solo contacto con un producto químico por ingestión o por contacto físico) e ignoraría la toxicidad crónica (es decir, los efectos resultantes de la exposición repetida o continua) y los efectos sobre las larvas de abejas. Los riesgos potenciales para las abejas silvestres no se evaluarían hasta que la EFSA haya revisado su documento-guía en una fecha futura no especificada.
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La organización analiza lo mejor y lo peor del año que termina y avanza los retos en materia de medio ambiente
27 de diciembre de 2016 .- A punto de concluir 2016, Greenpeace hace su balance anual pocos días después de la victoria conseguida en el Ártico con la prohibición de las perforaciones de petróleo y gas en un área casi equivalente a la superficie de España. Es una victoria de la ciudadanía, ya que más de ocho millones de personas han apoyado la conservación del Ártico.
Lo mejor de 2016
Protección del Ártico. EE. UU. y Canadá ha acordado retirar permanentemente la autorización a las prospecciones de petróleo y gas en alta mar en gran parte del océano Ártico y en áreas del océano Atlántico.
Santuario marino. Hemos logrado la creación de la mayor área marina en el mundo en el mar de Ross, en aguas de la Antártida.
NO a la presa. En el río Tapajós, en plena Amazonia, no se construirá una gran presa. Un proyecto que ponía en peligro uno de los últimos ríos que siguen vírgenes en la Amazonia brasileña.
TTIP Leaks. Filtramos los contenidos de las negociaciones entre la UE y EE. UU. sobre el acuerdo comercial y de inversión, el TTIP, destapando los oscuros intereses y el papel de las grandes corporaciones en la negociación.
Acuerdo de París. Uno de los tratados internacionales que más rápidamente ha entrado en vigor.
Fin de las centrales térmicas. Endesa cerrará la mitad de sus centrales térmicas antes de 2020 y planea un sistema 100% renovable para 2050.
Ciudades sostenibles. Las principales ciudades del país han asumido el reto de trabajar para tener urbes más saludables reduciendo sus emisiones.
Pesca ilegal. La empresa Vidal Armadores S.A. es denunciada y llevada a los tribunales por pesca ilegal.
Reducimos la vida del glifosato. No se prorroga la autorización del peligroso herbicida glifosato por 15 años como proponía Europa. Solo durará 18 meses y condicionada a la evaluación de la Agencia Europea de Sustancia Químicas.
Investigaciones transparentes. El Tribunal de Justicia de la UE determina que la investigación sobre los peligros de los plaguicidas debe ser pública.
Algarrobico ilegal. El Tribunal Supremo ratifica que el hotel de El Algarrobico se construyó en suelo no urbanizable.
Acuerdos sostenibles. El acuerdo de Kigali adoptado en octubre para eliminar los hidrofluorocarburos (HFC) es un paso más en la lucha por mantener el aumento de la temperatura del planeta por debajo de 1,5 ºC.
Prospecciones en Baleares. Logramos detener la campaña de prospecciones sísmicas en las aguas entre Ibiza y Mallorca.
Lo peor de 2016
La Organización Metereológica Mundial determina que 2016 ha sido el año más cálido de la historia.
Miles de pequeños inversores en renovables al borde de la ruina por "el impuesto al Sol".
El MAPAMA otorga una concesión a la papelera ENCE para permanecer 60 años más contaminando la ría de Pontevedra.
Nombramientos de Trump. El Presidente nombra responsable de la Agencia de Protección del Medio Ambiente al negacionista Scott Pruitt y nuevo secretario de Estado a Rex Tillerson, ex presidente de la Petrolera Exxon.
El bloqueo de Noruega, Dinamarca e Islandia para proteger la primera parte del Ártico, sin argumentos de peso, en el marco del Convenio OSPAR.
La negativa a la creación de un Santuario de Ballenas en el Atlántico Sur. Pese al apoyo de más de un millón de personas, la Comisión Ballenera Internacional no lo ha aprobado.
El inicio de un nuevo plan de extracción y almacenamiento de gas en Doñana.
Los fabricantes de automóviles tienen permiso para fabricar coches aún más contaminantes, como “premio” tras el escándalo Volkswagen.
Una subida de la tarifa eléctrica del 25% en seis meses. Y un aumento de los niveles de pobreza energética en España.
España se convierte en campeón de uso de plaguicidas en la UE. Las abejas y otros polinizadores siguen muriendo, en particular en algunas comunidades autónomas.
España sigue siendo el único país de la UE que permite el cultivo de transgénicos a gran escala.
Retos para 2017
Lograr una Ley de cambio climático y transición energética para que España contribuya al objetivo mundial de evitar un calentamiento de 1,5 ºC y planifique el abandono de las energías sucias.
Lograr una ley estatal que prohíba el fracking, las prospecciones y la explotación de hidrocarburos en todo el Estado.
Declarar la creación de un Santuario en las aguas internacionales del Ártico.
Lograr el cierre ordenado de las centrales nucleares y un plan de cierre para el 2025 del carbón garantizando empleos sostenibles.
Derogar la reforma de la ley Mordaza.
Reducir el consumo. Poner freno al desmesurado incremento de la producción, el hiperconsumo y sus consecuencias ambientales.
Derribar el hotel ilegal de El Algarrobico. Y derogar la reforma de la Ley de Costas para impedir el estallido de una nueva burbuja inmobiliaria en el litoral.
Apoyo del Gobierno a la prohibición total de cuatro insecticidas peligrosos para las abejas a nivel comunitario. Y conseguir la prohibición del herbicida glifosato en la UE.
Una correcta política de gestión de los residuos y el abandono definitivo de la incineración de residuos.
Greenpeace es una organización independiente que no acepta dinero de gobiernos ni empresas para poder denunciar a todas aquellas personas o instituciones que amenazan al planeta. Solo el apoyo desinteresado de nuestros socios y socias hace posible nuestro trabajo.
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Greenpeace quiere recordar a quienes viven "en la sombra de la contaminación" con un documental sobre los impactos de los tóxicos en el agua.
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• A bordo de embarcaciones los activistas han desplegado la flecha flotante y un logo de grandes dimensiones en el embalse frente a la central
• Con esta acción, Greenpeace pide que no se den más licencias nucleares y se termine la producción de residuos radiactivos
• El cierre nuclear escalonado supondría la creación de 300.000 empleos en España
10 de noviembre de 2016 .- A primera hora de la mañana, una veintena de activistas de Greenpeace a bordo de embarcaciones han desplegado una enorme flecha flotante de 200 metros de longitud y 500 m2 en el embalse de la central nuclear de Almaraz (Cáceres), a pocos metros de la planta, para señalar al Gobierno que debe ser la siguiente en cerrar después de Santa María de Garoña (Burgos). Junto a la flecha han situado una pancarta de otros 240 m2 con el logotipo ecologista.
La central nuclear de Almaraz cumplirá los 40 años de vida operativa en 2020, cuando caduque su actual licencia de explotación. Por ello los activistas de la organización ecologista, bajo el lema “Central de Almaraz, siguiente en cerrar” y “Ni una licencia más” piden al Gobierno con su acción de denuncia pacífica que no dé ninguna nueva licencia de explotación nuclear más y dejen de producir más residuos radiactivos. La instalación es propiedad de Iberdrola (52,7%), Endesa (36,0%) y Gas Natural Fenosa (11,3%).
La organización ecologista apunta que el cierre progresivo de las centrales nucleares españolas es una cuestión ineludible, lo mismo que la gestión permanente de sus residuos radiactivos, aunque recuerda que también supone una oportunidad económica, que el recién constituido Gobierno debe abordar cuanto antes y de la forma más responsable posible. España cuenta con un parque nuclear envejecido y en los próximos ocho años habrán caducado todas las licencias de explotación de las centrales nucleares, con 38 años de media de vida útil. Además el actual Plan de Gestión de Residuos Radiactivos está obsoleto y los fondos para financiarlo son muy escasos.
“El nuevo Gobierno, con el ministro de Industria al frente, no puede eludir la cuestión del cierre progresivo de las nucleares y debe hacerlo con urgencia”, ha declarado Raquel Montón, responsable de la campaña Nuclear de Greenpeace. "El reto no solo es cerrar las obsoletas instalaciones nucleares de manera ordenada para evitar riesgos mayores, sino asegurar la financiación para su desmantelamiento y la gestión de sus residuos radiactivos, porque sería vergonzoso dar más licencias para que las grandes eléctricas sigan ganando más y pagar de nuestro bolsillo el coste del desmantelamiento de sus nucleares y de sus residuos de por vida", ha añadido Montón.
La oportunidad económica del cierre nuclear
Greenpeace publicó recientemente el informe El inevitable cierre de las centrales nucleares españolas: una oportunidad económica y social, donde se pone de manifiesto que el impacto económico de las actuaciones ligadas al desmantelamiento, la gestión de los residuos y la sustitución de la energía nuclear por otras fuentes supondrá la creación neta de unos 300.000 empleos, de los que 100.000 corresponden al desmantelamiento de las nucleares y 200.000 empleos a la instalación de nueva potencia renovable. Además, implicaría un aumento del PIB de unos 20.000 millones de euros. El informe se basa en el exhaustivo estudio elaborado por la consultoría independiente Abay Analistas Económicos y Sociales para la organización ecologista.
Situación actual de la central nuclear de Almaraz
Pruebas de resistencia. Tras el accidente nuclear de Fukushima en 2011, los Gobiernos europeos solicitaron unas pruebas de resistencia (stress tests) en sus centrales nucleares. La central de Almaraz suspende en ocho puntos destacados tales como que continúa sin válvulas de seguridad para prevenir una explosión de hidrógeno, como tampoco las tenía Fukushima, y su instalación no está prevista hasta finales de 2016; sin medidas eficaces de gestión de accidentes para asegurar la integridad de la contención de la radiactividad durante un accidente grave en ninguna de las dos unidades de la central; sin evaluación de los riesgos naturales; sin sistemas de ventilación con filtro; sin la implementación de un sumidero final de calor alternativo que ni siquiera está previsto.
Además las debilidades de diseño continúan, ya que el edificio del reactor y el de la piscina de combustible gastado no tienen ninguna protección especial y por tanto son relativamente vulnerables frente a eventos externos, y se ignora el hecho de que la energía térmica de ambas unidades se ha incrementado y esto acelera los procesos de envejecimiento, un tema cada vez más relevante en una central que está en su cuarta década de vida operativa.
Escándalo Areva. Recientemente Areva informó sobre irregularidades en componentes producidos desde el año 1965, entre ellos están afectados tal y como reconoció el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) los generadores de vapor de Almaraz. El CSN no ha dado la información pública suficiente sobre las deficiencias en Almaraz para descartar que no tienen los problemas de exceso de carbono, y por lo tanto descartar un riesgo de ruptura, que podría dar lugar a una fusión de combustible del núcleo del reactor.
Discrepancias en el CSN. Almaraz ha sufrido dos averías en el sistema de refrigeración en enero y septiembre de 2015. Tras estos fallos en los motores de las bombas de agua del sistema de servicios de esenciales, los técnicos del CSN realizaron una inspección, primero se informó que el incidente no representa ningún problema relevante, al dia siguiente si lo era, posteriormente la dirección del Consejo de Seguridad Nuclear aceptó que sí existían garantías de seguridad, y hace 15 días una vez efectuada la revisión de los datos, el CSN aumentaba de nivel 0 a nivel 1 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES) el suceso.
Greenpeace es una organización independiente que no acepta dinero de gobiernos ni empresas para poder denunciar a todas aquellas personas o instituciones que amenazan al planeta. Solo el apoyo desinteresado de nuestros socios y socias hace posible nuestro trabajo.
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La organización ecologista celebra la decisión y exige al resto de empresas del sector que sigan el ejemplo del grupo español.
Inditex, el grupo textil más grande del mundo y matriz de Zara (1), se ha comprometido con Greenpeace a eliminar todas las emisiones de sustancias químicas peligrosas a lo largo de toda su cadena de suministro y de sus productos para el año 2020.